27 jun 2013

Elle Fanning: “¡Quería ser bailarina de ballet!”

Miguel Cane.


Solo tiene 15 años de edad, pero Mary Elle Fanning (Conyers, Georgia, 1998) ya ostenta una carrera cinematográfica de veterana y un currículum que incluye ser protagonista de numerosos filmes, algunos de directores notables como Sofia Coppola, J.J. Abrams o Sally Potter.

Elle ha establecido una reputación de actriz responsable y madura pese a su corta edad, con muy buen ojo para los proyectos que elige. Posee un carisma muy especial que la distingue de otras actrices de su generación (e incluso mayores) y ya se ha sacudido el título de ser “la hermanita” de Dakota —que fuera una sensación la década pasada pero que ha visto su carrera inevitablemente eclipsada por la mala elección de guiones y por la sobreexposición de muchos años, lo que la ha alejado voluntariamente de los reflectores.



Elle regresa a las pantallas como la protagonista de Ginger y Rosa, el más reciente filme de Sally Potter (Orlando, Yes, La lección de tango), en el que comparte créditos con Annette Bening y da vida a una jovencita rebelde en el cambiante, turbulento y caleidoscópico Londres de los años sesenta. Madura e inteligente, Elle sabe comunicarse con naturalidad y gracia; es imposible olvidar que es todavía una chiquilla, pero habla con la soltura de alguien mayor, mucho más centrada.

DE TODOS LOS PERSONAJES QUE HAS INTERPRETADO, ¿CUÁL DIRÍAS QUE ES TU FAVORITO?

Es realmente difícil decidirse solo por uno. A mí lo que me gusta es hacer personajes que sean completamente distintos unos de otros. Creo que en cierto modo Ginger ha sido el más difícil que he hecho hasta ahora, porque tuve que pintarme el cabello de rojo y practicar un acento inglés que no tenía y debía ser perfecto. Eso, junto con todo lo que ella hace en la película, la convierte en alguien completamente distinta a lo que soy yo. Y eso me encantó.



GINGER ES UNA CHICA QUE PASA POR EXPERIENCIAS FUERTES Y SORPRENDENTES, ¿PUDISTE IDENTIFICARTE CON ELLA?

Es una adolescente y yo también lo soy, aunque ella lo es en un tiempo en el que tenían que madurar más rápido; una chica entonces se casaba y tenía hijos a los 17 o 19 años y ahora no es así en muchos casos. Ginger quiere ser una adulta antes de tiempo, y yo la entiendo porque a veces me ha pasado lo mismo. Ella quiere la libertad, pero no las responsabilidades. Creo que el mundo tan cambiante en el que vive la abruma. Eso también lo puedo entender.

GINGER ES UN PERSONAJE MAYOR QUE TÚ, ¿NO ES VERDAD?

Sí. Cuando leí el guión yo tenía 13 años y el personaje en la cinta tiene 16. Así que pensé, bueno, lo mismo no me lo dan, y está bien, es decir, me encantaría, pero si no lo consigo, no pasa nada, ya tendré la edad. Pero conocí a Sally (Potter), y nos caímos bien de inmediato. Ella decidió que, aunque yo no tenía aún la edad, era ideal para trabajar con Alice (Englert), que hace de Rosa, y que tenía 17 años. Sally nos dijo claramente que no pensáramos en la edad de los personajes. Que eso no nos definiera.



EL FILME SE DESARROLLA EN LOS AÑOS SESENTA. ¿CÓMO LOGRARON ESTABLECER LA ATMÓSFERA?

Sally creció en esa época, así que sabía muy bien cómo fue y nos orientó mucho a Alice y a mí. Ese periodo en Londres es muy específico: en la ropa, en muchos detallitos. Sally nos contó cómo era todo en aquél entonces, la escuela a la que fue, las amistades que tenía. Esta es su historia y para mí fue toda una experiencia. Hasta en la manera de vestir y la música que oía. En mi iPod llevaba un playlist que Sally me dio, con artistas buenísimos de la época como Los Beatles, The Who, Nina Simone, Marianne Faithfull, Donovan, los Rolling Stones... fue una inmersión total que me encantó.

MUCHA DE TU ACTUACIÓN ES SIN DIÁLOGOS. ¿FUE MUY DIFICIL PARA TI TRABAJAR ASÍ?

Sally nos cuidó mucho en ello. Ella nos decía cómo movernos, porque el lenguaje corporal de los personajes era muy importante y aprendimos mucho, especialmente a escuchar. Nos guió paso a paso. Me encanta cuando un director se toma el tiempo para hacer eso contigo. Sally es maravillosa en ese aspecto.

ADEMÁS, TRABAJAS CON ANNETTE BENING...

Fue asombroso trabajar con ella. ¡Es increíble, la adoro! Solo de mirarla aprendes muchísimo. Con su cabello así, y los lentes... ella es la madre de Ginger perfectamente. Nos lo pasamos muy bien, conocí a sus hijas y nos divertíamos mucho juntas entre tomas, pero también, cuando trabaja, es una profesional y aprendes mucho de ella. Annette es muy generosa y es adorable. Fue como estar con mi mamá en el set, que además estuvo ahí todo el tiempo.

¿HABÍAS IMAGINADO QUE TE OFRECERÍAN UN ROL TAN COMPLEJO EN ESTE PUNTO EN TU CARRERA?

No, nunca. Yo solo quería trabajar con Sally porque me gustó el reto que planteaba el guión, más que nada porque también hay muchas emociones que yo no he experimentado en mi vida real, ¿sabes? La pérdida, por ejemplo. Entonces pensé que quería saberlo, y que quería hacer la película.

¿QUÉ EDAD TENÍAS CUANDO EMPEZASTE A ACTUAR?

A los tres años, que hice de mi hermana siendo más pequeña en Yo soy Sam. Era un flashback, yo no me acuerdo, pero ahí estoy en la escena, con Sean Penn en un columpio y dormida en la hierba. Era muy chiquita cuando empecé a trabajar. Y me gusta.

SI NO FUERAS ACTRIZ Y PUDIERAS SER CUALQUIER COSA, ¿QUÉ TE GUSTARÍA?

Me gustaría seguir actuando. Quiero seguir actuando. Pero, bueno, si se vale soñar, me gustaría ser bailarina de ballet... pero mido 1.75... ¡Soy demasiado alta! (se ríe). Ése era mi sueño de niña, y finalmente me gusta tener mis sueños como parte de mi vida.



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Buscando a Sugarman / Searching for Sugarman, de Malik Bendjelloul

El héroe desconocido

MiguelCane.



En el mundo existen algunos artistas que trascienden el concepto que encierra dicha palabra para convertirse en algo más, en el símbolo icónico de la lucha por la libertad, en seres humanos ajenos al éxito y entregados al público, a la sociedad. Hay también documentales que trascienden los parámetros del género para erigirse como reivindicaciones nada oportunistas, sinceras y embriagadoras.



Searching for Sugar Man es más que un documental. Es el conmovedor homenaje que su director, Malik Bendjelloul, rinde a una personalidad única, que nunca imaginó la influencia que alcanzaría para toda una generación. Sixto Rodríguez, el creador del Sugar Man del título, supone un claro ejemplo de que una simple persona podía cambiar durante generaciones las vidas de millones situadas al otro lado del mundo, sin proponérselo.



La película va más allá del documental en su propia estructura narrativa: durante la primera mitad del filme, Bendjelloul se torna en un detective, volviendo a su protagonista un personaje rodeado de misterios, casi irreal, elemento clave de una historia que, incluso para quienes sirvieron de testigos de la misma, suena tan elusivo que parece irreal. Pero no lo es.



Todo lo que se cuenta en ella, a pesar de estar presentado en pantalla con los artificios propios de un mockumentary, es real. Y cuando el misterio en torno a Rodríguez es desvelado y parece que todo se resuelve, mantiene el pulso gracias al carisma y a la humanidad del artista y a pesar de omitir cierto pasaje relevante de su vida –el éxito que cosechó en Australia durante los años 70, antes de retirarse- en pos de sus intenciones dramáticas, consigue capturar al espectador.

Claramente, es inevitable dejarse envolver por la excepcional obra de este autor reivindicable, del que nadie sabía nada. Su sencillez y su modestia traspasan la pantalla y convierten a este filme en una obra maestra que invita a rescatar su figura y su importancia para la música en particular, y para la humanidad en general. Una cinta de enorme importancia que no se debe dejar de ver.

Buscando a Sugarman/Searching for Sugarman
Con Sixto Rodríguez
Dirige: Malik Bendjelloul
Suecia, Sudáfrica, Reino Unido
2012





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20 jun 2013

Ginger y Rosa / Ginger & Rosa, de Sally Potter

Los sueños de jovencita

Miguel Cane.

Cualquier filme dirigido por Sally Potter es digno de interés, y esta cinta no es la excepción: Ginger y Rosa está ambientada en el Londres de 1962, cuando la población vivía sumida en la paranoia ante la amenaza inminente de una guerra nuclear ante la crisis de los misiles nucleares soviéticos en Cuba.



Ginger y Rosa son dos adolescentes, amigas inseparables desde el momento mismo de su nacimiento. Ambas comparten sus existencias entre cigarrillos robados, el descubrimiento del sexo opuesto y otros sueños de jovencita, hasta que la llegada de la madurez pone a prueba esta amistad. Mientras la fervientemente católica Rosa (Alice Englert, hija de la directora Jane Campion) parece más interesada en encontrar el amor y se muestra más precoz sexualmente, la atea Ginger pronto comienza a desarrollar una fuerte conciencia política, mostrándose tremendamente preocupada por el futuro de la humanidad. Algo que seguirán teniendo en común ambas muchachas es el conflicto que tendrán con sus respectivas madres (Christina Hendricks y Annette Bening).



Este hecho, sumado a sus diferentes maneras de ver la vida, hará que su amistad se tambalee. Sally Potter, la interesante realizadora británica de la laureada Orlando (1992), realiza una interesante mirada al universo femenino, muy en la línea de los trabajos de Sofía Coppola, especialmente de su ópera prima, Las vírgenes suicidas (1999). Las protagonistas comparten sus emociones más íntimas, sus miedos y sueños, y éstos son retratados a través de una elaborada puesta en escena, donde la ensoñadora fotografía saca el máximo esplendor de la belleza del entorno.



Hermosa y dolorosa al mismo tiempo, la cinta es un ejemplo del cinema independiente que prefiere su autora: pleno de poesía, de un delicado equilibrio entre la realidad y lo imaginario. Un filme para ser disfrutado más de una vez, asimilado con ternura y que deja una sensación de esperanza pese a su crudeza emocional y trágico tema; una historia adulta para adultos, hecha por adultos, pese a tocar el tema de la juventud, algo que siempre se agradece. A ver sin falta.

Ginger y Rosa
Con Elle Fanning, Alice Englert, Annette Bening, Christina Hendricks y Alessandro Nivola.
Dirige Sally Potter
Reino Unido 2012



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Amy Adams: “Mi trabajo es ser actriz, no una celebridad”

Miguel Cane.



La protagonista de una de las cintas más esperadas del año —Supermán, el hombre de acero— es probablemente una de las actrices más reconocidas de su generación. Cuatro nominaciones al Oscar en siete años —por Junebug, La duda, El luchador y The Master— son testimonio de ello.

Amy Lou Adams (Vicenza, Italia, 1974) nació en una base aérea estadunidense, hija de un padre militar, y desde muy joven sintió la atracción por los escenarios. Fue hasta después de cumplir 30 años que logró establecerse tanto en el ámbito independiente como en Hollywood, con éxitos de taquilla como Encantada y Los Muppets, pero lograrlo fue algo que en un principio la inquietaba un poco: “Hubo momentos en los que tuve poca confianza en mi futuro en este negocio. No sabía si sería capaz de encontrar mi lugar o de hacer el tipo de trabajo que a mí me gustaba... No me preocupaba no ser una estrella, eso era lo que menos importaba, lo que me daba miedo era no ser capaz de ganarme la vida como actriz”.



TUVISTE VARIOS EMPLEOS ANTES DE ACTUAR, INCLUSO EN HOOTERS, LUGAR FAMOSO POR LA ESCASEZ DE ROPA DE SUS GUAPAS CAMARERAS. ¿QUÉ APRENDISTE DE ESA EXPERIENCIA?
Cuando tienes que ir a trabajar por turnos todos los días a la misma hora para hacer algo que no te apasiona, aprendes una ética de trabajo que es muy, muy valiosa. También te enseña a sacar lo mejor de cada situación, a improvisar ante lo desconocido, y es algo que te planta firmemente en el suelo. Eso es lo que me llevé de mis tiempos de camarera.

¿RESULTÓ SER HOLLYWOOD LO QUE ESPERABAS CUANDO SOÑABAS CON UNA CARRERA?
No. Por supuesto que no. Ahora que formo parte de ese mundo, reconozco que no todo es el glamour que se ve en las revistas. Hay mucho trabajo duro detrás de la carrera de un actor, y eso es algo que no todo el mundo sabe o tiene en mente. Además, la percepción que se tiene de las estrellas ha cambiado mucho en la última década. Pero yo sigo creyendo firmemente que mi trabajo es ser actriz, no ser una celebridad.



¿DIRÍAS QUE HAY UNA FÓRMULA SECRETA PARA SOBREVIVIR EN UN NEGOCIO TAN HOSTIL Y, ADEMÁS, TRIUNFAR? ¿QUÉ LE DIRÍAS A UN ACTOR O ACTRIZ ASPIRANTE QUE ESTUVIERA LEYENDO ESTO?
Ojalá la hubiera esa fórmula, pero no lo hay. Es muy difícil, son muchos años de trabajo, de desencantos, de buscar oportunidades o de crearlas. Pero, de verdad, si tuviera que dar un consejo a alguien, diría que tienes que ser capaz de aceptar el rechazo, aprender de él y seguir adelante. Y tratar de que tu corazón no se agriete por el camino. Separar las dos cosas y no dejar que los tropiezos te hundan.

AHORA ERES LUISA LANE EN EL HOMBRE DE ACERO. LOS FANS DEL CÓMIC SUELEN SER MUY EXIGENTES CON LAS ADAPTACIONES. ¿HAY MUCHA PRESIÓN AL INTERPRETAR A UN PERSONAJE TAN ICÓNICO?
Sí, es una responsabilidad enorme. Sobre todo porque Luisa tiene una historia muy establecida en 75 años de cómics, así que la conocen espectadores de todas las edades y para todos significa algo, así que quieres asegurarte de realizar no solo un buen trabajo, también debes hacerle justicia a su legado. Me costó mucho trabajo olvidarme de la presión, pero traté de concentrarme en disfrutar del rodaje con mis compañeros y lo conseguí.



¿CÓMO FUE LA EXPERIENCIA DE ESE RODAJE?
Fue estupendo. Me lo pasé realmente bien. Henry (Cavill) —que interpreta a Superman— trabajó muy, muy duro. Es un actor excelente y estuvo muy comprometido con el papel. Por lo demás, yo misma me sorprendí, porque nunca había hecho una película con tantas secuencias de acción y pude convencer a Zack (Snyder, el director) que me dejara hacer algunas tomas yo misma, porque quería hacerlo, aunque lo más arriesgado, claro, lo hizo una doble, que son especialistas. Mi doble era fabulosa, súper valerosa. Y yo me divertí mucho trabajando con Larry Fishburne y Henry en las escenas en el diario El Planeta. Fue genial.

¿CÓMO DEFINIRÍAS TU INTERPRETACIÓN DE LUISA LANE? ANTES HEMOS VISTO UNA LUISA MÁS CÓMICA EN ALGUNAS PELÍCULAS Y SERIES DE TELEVISIÓN, Y OTRAS MÁS SERIA Y COMPETITIVA CON CLARK.
No, creo que ella es un poco más… sensible ahora. No sé. Quiero decir, ella es definitivamente una mujer fuerte e independiente todavía y aún se mete en muchos problemas para encontrar una noticia. Pero diría que no es tan competitiva con Clark. La interpretación de Margot Kidder en las cintas originales es un clásico, y aunque ahora vamos en una dirección diferente, fuimos muy respetuosos con ella. Es un gran personaje y la disfruté muchísimo, porque la creamos a partir de un concepto, pero es muy diferente a cualquier Luisa que hayan visto antes.



¿HAY ALGUIEN EN ESTE NEGOCIO DE QUIEN SEAS FAN?
Sí, claro. Siempre he admirado a Meryl Streep, porque ella ha conseguido mantenerse fiel a sí misma. Tuve la fortuna de trabajar en dos películas con ella y soy su fan: es una actriz fabulosa que ha sabido combinar su carrera con la familia. Ella ha logrado un equilibrio perfecto y eso me parece increíble.

COMO ELLA, TAMBIÉN HAS CONSEGUIDO SEPARAR TU VIDA PRIVADA DE TU CARRERA. ¿CÓMO LO LOGRAS?
Creo que a la gente le gusta leer sobre la vida de personas que tienen existencias muy diferentes a la suya y eso es entendible. Pero, la verdad, es que mi vida es muy normal. Los paparazzi están hartos de fotografiarme haciendo la compra en el súper o llevando a mi hija al parque. Llevo 10 años con la misma persona (su marido, el actor Darren Le Gallo) y por eso no tengo ningún interés para ellos. Además, cada vez que me persiguen, los regaño, les digo que si no tienen nada más provechoso que hacer que tomarle fotos a alguien que no está trabajando. Algunos son respetuosos y han dejado de fotografiarme en momentos privados, otros no. Es parte de esto, y no me gusta, pero como no tengo nada excepcional en mi vida personal, usualmente me dejan vivir en paz. La fama no es una prioridad.



HABLANDO DE PRIORIDADES, ¿Y LA MATERNIDAD?
Ser mamá de una bebé ha puesto las cosas en perspectiva. Ya no me defino por mi trabajo, algo que antes sí solía hacer. Mi familia se ha convertido en un reflejo mucho más fiel de mi identidad. Ahora, mi carrera ocupa un lugar diferente y me ayuda a sentirme realizada, pero no se compara con estar con mi familia. Trabajo tanto, que para mí lo más relajante es estar en casa con los míos. Es mi antídoto contra el estrés.

ERES LA IMAGEN DEL NUEVO PERFUME DE LACOSTE. ¿POR QUÉ ACEPTAR ESA PROPUESTA?
Cuando me la ofrecieron, pensé que era una fragancia muy femenina y al mismo tiempo poco convencional; por eso me sentí reflejada en ella. Veo campañas de perfumes preciosas y muy glamurosas, pero me resultan poco naturales. En cambio, esta fragancia tenía que ver con ser tú misma, no tratar de encajar en ningún molde y, pese a todo, sentirte hermosa y chic. Me gusta la moda, como a todos, pero creo que lo que más me gusta es verme bien y sentirme bien conmigo misma.

¿DÓNDE TE VES DENTRO DE 10 AÑOS?
No lo sé, no me gusta hacer planes tan a largo plazo, prefiero dejar que la vida me suceda... Pero aspiro a encontrar un buen equilibrio en mi vida. A veces estoy tan volcada en la maternidad que no estoy pendiente de mi carrera y, si estoy demasiado concentrada en actuar, siento que no sé qué está pasando en mi relación... Siempre estoy ahí para mi hija, pero quiero ser capaz de encontrar la armonía perfecta. Y ese equilibrio no es fácil, ¡pero espero lograrlo!




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13 jun 2013

Superman. El Hombre de Acero / Superman. Man of Steel, de Zack Snyder.

No es un pájaro, no es un avión...

Miguel Cane.



Ha sido dificil para el personaje de Superman, icono central de la mitología DC, junto con Batman y la formidable Mujer Maravilla, recuperar en cine la gloria que alcanzó en 1978 de la mano de Richard Donner. A partir de esa impactante cúspide, que definió una generación y dio origen a todo un género que florecería una década más tarde con el Batman de Tim Burton.



El hombre de Kriptón lo ha pasado mal; las películas de la saga original fuero cada vez más decadentes, y el presunto relanzamiento, Superman regresa (2006) no tuvo el éxito que esperaba, por lo que al anunciarse que Christopher Nolan, que causó furor con su propia saga de Batman, iba a producir El hombre de acero, se generó gran expectación; misma que se tornó en escepticismo, cuando se supo que el director sería Zack Snyder (300, Watchmen), que ha demostrado ser un cineasta disparejo, y el resultado no se aleja de esto tan temido.

Con dos horas y veinte minutos de duración – que a veces se sienten como más – El hombre de acero es una nueva versión de la historia del origen de Superman, que es tan mítico, que hasta los que no leen el cómic lo conocen: el problema es que Snyder tarda demasiado en establecer la situación y la acción, cuando se desarrolla lo hace sin mucho ritmo, cosa que, para un filme como éste, es clave.



En el rol central, Henry Cavill se esfuerza por dar el ancho, pero carece de carisma y no consigue dar ese sello al personaje en ninguno de sus dos aspectos, como Clark Kent ni su nueva identidad. El resto del reparto es interesante, y en especial, la sensacional Amy Adams – como Lois Lane – Diane Lane – como Martha Kent – y Michael Shannon como el villano malo-malo Zod (kriptoniano también) ofrecen estupendas interpretaciones a partir de un guión que les da más bien poco, y una dirección errática.



Lo peor que le puede pasar a una película es que sea mediocre (seria más aceptable que fuera directamente mala). Y aún con un presupuesto de 225 millones de dólares este es un esfuerzo muy costoso que se dio a un director tibio y el precio que paga es muy alto; un diseño de producción fastuoso, un trabajo de cámara excelente y un buen elenco no consiguen gran cosa si pese a su compromiso, no hay una mano que los guíe, y Snyder es el responsable de que el filme se desplome en partes y tarde mucho en levantar el vuelo.

El hombre de acero / Man of Steel
Con Henry Cavill, Amy Adams, Michael Shannon, Laurence Fishburne y Diane Lane
Dirige Zack Snyder
EU 2013




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Mads Mikkelsen: “Hannibal es inteligente y seductor”

Miguel Cane.



Después de Brian Cox, Anthony Hopkins y Gaspard Ulliel, el actor danés Mads Mikkelsen (Copenhague, 1965) es el responsable de personificar al doctor Hannibal Lecter en Hannibal. La teleserie de 13 capítulos (transmitida ahora en Latinoamérica por el canal AXN), está inspirada en la obra del escritor estadunidense Thomas Harris, quien entre 1981 y 2006 publicó cuatro novelas dedicadas al caníbal asesino, psiquiatra-psicópata de gusto exquisito, que hizo su primera aparición en la novela Dragón rojo (1981). Luego vendrían El silencio de los inocentes (1988), Hannibal (1999) y Hannibal el origen del mal (2006), secuela que sigue vendiendo millones de libros.



Mikkelsen se hizo famoso en su país por asumir el rol del policía Allan Fischer en la teleserie Rejseholdet, y debutó en el continente americano como Tristán en El Rey Arturo, con Clive Owen y Keira Knightley. Ha sido varias veces galardonado en festivales de Europa y tierne cerca de 30 películas —las más recientes vistas en México son La reina infiel y La caza, de Thomas Vinterberg —y según la prensa de su país, es considerado el George Clooney escandinavo (lo que para él, afirma, resulta un gran halago).



En Hannibal comparte créditos con el británico Hugh Dancy, como el agente Will Graham; Laurence Fishburne, como Jack Crawford, director del FBI, y también participa Gillian Anderson (Expedientes secretos X) personificando a Bedelia DuMaurier, psicoterapeuta de Lecter. Ya que el personaje central de la historia es un genio desequilibrado y caníbal al que le gustan las extrañas combinaciones gastronómicas, la serie fue asesorada por el chef español José Andrés, encargado de crear algunos de los alucinantes manjares que son un elemento indispensable de la trama, como lo señala el propio Mikkelsen, jovial, muy educado con la prensa y no muy lejano del comportamiento social de su personaje.



TRATÁNDOSE DE UN PERSONAJE TAN EMBLEMÁTICO, SUPONGO QUE SERÁ INEVITABLE QUE ALGUNOS COMPAREN TU ACTUACIÓN CON LA DE ANTHONY HOPKINS.
Naturalmente. Anthony Hopkins interpretó a Hannibal Lecter a la perfección y dejó una huella indeleble. Por lo mismo no estoy intentando copiarlo, pero tampoco puedo desprenderme del personaje: un hombre enamorado del arte y el buen comer; un caballero que viste siempre impecable y tiene un gusto refinado. Sin embargo, en la serie estamos recreando esa época de su vida antes de que lo capturen, en la que ejerce como psiquiatra asesor del FBI, y por lo mismo, lo veremos en unas situaciones en las que nunca vimos a Hopkins. Ahora bien, en ningún momento pretendí imitarlo, pero tampoco tuve miedo de hacerlo. Si fuera así, entonces nadie podría interpretar a Hamlet, ¿me explico? Son personajes inmortales. Icónicos.

¿QUÉ DIRÍAS QUE ES LO MÁS FASCINANTE DE PERSONIFICAR A LECTER?
Hay algo realmente seductor en él. Yo lo veo como un demonio inteligentísimo, no como un enfermo. Un loco no hace cosas así. Y es encantador, no sólo para mí, para el mundo entero. Es como cuando leemos e indagamos en las biografías de Stalin o de Hitler, lo hacemos porque queremos saber qué demonios pasaba por sus cabezas y descubrimos tantos niveles en su personalidad, que es impactante.



¿DIRÍAS QUE ESTE ES EL RETO MÁS GRANDE QUE HAS TENIDO COMO ACTOR?
Verás, cada vez que interpreto un nuevo papel, ése se convierte en mi desafío mayor. Como actor intento dar a mi interpretación lo mejor de mí. Pero la última palabra la tiene, claro está, el público.

SIENDO DANÉS, ¿CÓMO TE SIENTES TRABAJANDO PARA LA TELEVISIÓN ESTADUNIDENSE?
Cuando se tiene en las manos un guión de cine, así sea en Dinamarca o en América, siempre se sabe dónde está el clímax de la historia. Se conoce lo que ha sido planeado por el director. Cuando se trabaja en televisión no es posible controlar nada, porque muchas veces él decide, mientras rueda, un camino diferente. Es algo desafiante, y me gusta.

LECTER ES UN APASIONADO DE LA MÚSICA CLÁSICA, ¿QUÉ TIPO DE MÚSICA ESCUCHABAS PARA PREPARARTE?
Lecter disfruta escuchar las Variaciones Goldberg de Bach, cuando está trabajando, pero también es un enamorado de todos los instrumentos de cuerda. Estuve escuchando mucha música clásica: Vivaldi, Berlioz. Me ayudaban a concentrarme y a entrar en el personaje.

Y HABLANDO DE ESO ¿CÓMO ENTRAS EN ESTE PERSONAJE SIN SENTIR ASCO Y TEMOR POR LO QUE HACE?
Trato de recordar que Hannibal es, al final, un ser humano. Lo que hace es aterrador, brutal, creo que eso es algo con lo que todos estamos de acuerdo, pero al acercarme a él tengo que ir más allá. Su comportamiento es horrendo y no lo entiendo, pero eso debo reemplazarlo con algo que yo encuentre bello, como su buen gusto por la música, el arte y la buena mesa. De esa forma me puedo acercar más al personaje, encontrar sus puntos débiles y sentir hasta cierta compasión. Cuando me alejo, encuentro que definitivamente es un monstruo. Y es muy desafiante el encarnar ciento por ciento al personaje, porque si exploro solo un pedazo de él, no será creíble para el público. Así que tengo que asomarme a todos los aspectos que lo componen.

¿ES COMPLEJO DEJAR AL PERSONAJE EN EL SET Y NO LLEVARLO HASTA EL HOGAR?
Busco hacer eso con todos los personajes que interpreto. Creo que mi familia enloquecería si llevara conmigo algún personaje a casa. Respeto mucho a los actores que lo hacen, pero yo intento salirme de él una vez que cruzo la puerta del foro. Mi mujer y mis hijos sin duda lo aprecian, cuando estoy con ellos, solo soy papá y mi tiempo es solo para ellos.

¿QUÉ TAN INTENSAS HAN SIDO LAS GRABACIONES DE LA SERIE?
Prácticamente ocuparon todo mi tiempo. Tuvimos que mudarnos de Copenhague a Toronto, y eso fue muy agotador. Cuando no estaba grabando me estaba preparando para la siguiente escena y cuando iba a casa tenía que ocuparme del ajuste de mi familia; tuve que dedicarles mucho tiempo; cuando termine con la serie compartiré más con ellos.

CONTRA TODO PRONÓSTICO LA SERIE FUE UN ÉXITO SORPRESA Y A PESAR DE SU VIOLENCIA TENDRÁ OTRA TEMPORADA. ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO PARA TI?
Significa muchas cosas. Estoy muy satisfecho, porque nuestro trabajo ha sido reconocido y al público le gusta. Eso es quizá el mejor y mayor reconocimiento. Una temporada más para ir contando esta historia, tal como la concibe Bryan Fuller a partir de los personajes creados por Thomas Harris; será estupendo volver a trabajar con este gran equipo.

PARA CERRAR, UNA DUDA INEVITABLE... HABLÁBAMOS ACERCA DE QUE LA COMIDA QUE APARECE EN LA SERIE ES UN PERSONAJE MÁS...
Cierto. Las creaciones culinarias de José Andrés son impresionantes. En su presentación y, si me lo permites, en su sabor. Es algo que me encanta de mi trabajo (risas).

Y SUPONGO QUE TE FÍAS TOTALMENTE DE LO QUE COCINARON DURANTE LAS GRABACIONES, ¿VERDAD?
¡Desde luego! Estoy seguro de que no utilizamos ninguna parte humana (carcajadas).




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6 jun 2013

Arco, El / The Bow, de Kim Ki-duk (01), por Angélica Ponce

Amor es… ¿?

Por Angélica Ponce.

“Quiero vivir en tensión como un arco hasta el día de mi muerte.”
- Kim Ki-duk


Con apenas diálogos, el director y guionista Kim Ki-duk explora todos los ángulos del amor en The bow, un filme sublime, lleno de color y esa pasiva armonía entre la tensión y la calma del mar abierto.



Llena de simbolismo, la cinta narra una bella y trágica historia de amor entre un viejo pescador y una joven apunto de cumplir 17 años de edad; donde los sentimientos más nobles se combinan con las más sórdidas sensaciones.


Polémica si se piensa que, adoptada de niña, la joven pasó 10 años alejada del mundo en un barco para vivir entre la adivinación, la pesca, la música, un arco y un hombre que la procuro hasta desposarla.

Y hermosa, si se mira el cariño que se procuran ambos personajes, alejados de las pasiones, llenos de la inocencia del amor fraternal, del cuidado, la amistad, complicidad y conocimiento.


No es filme sencillo.

En su belleza se deja llevar por una extraña sensación de mesura, de “no pasa nada”, escondiendo situaciones límite, acciones y temores internos. Los demonios se sueltan y poco a poco, casi imperceptiblemente se hacen del espectador, para confrontarlo con su propia naturaleza y concepto del amor.

Los celos, la envidia, la lujuría, el rencor, el miedo, la soledad, el afán de posesión, la desesperación y la desesperanza explotan como una tormenta, pero también se compensan con los sueños y la felicidad de una vida simple y armoniosa.


En The bow, por suerte de la adivinación, está dicho todo. Buda dirigirá las flechas del destino de los personajes, colocándolos en el momento que deben vivir y compartir conjuntamente. El cierre de ciclos en ningún caso representará ruptura, solo servirá de reconciliaciones y esas dulces despedidas que auguran una nueva vida.

Es un filme que si bien no permite la pasividad de quien lo mira, tampoco lo deja a uno con ese sinsabor que dan las moralinas. Es reconciliador y reconfortante. Expone la vida como un arco, con esa tensión y fuerza que debe guardar y ejercer cuando pretende un lance de flecha.


Kim Ki-duk vuelve a demostrar su maestría en las lecturas humanas, con esa sencillez y belleza que dan como resultado grandes historias, sin pretenciones o rebuscamientos, con una narrativa estética dominantemente visual, casi plástica que recuerda por momentos a Utagawa Hiroshige. Y la música, ese tenue canto que se repite con la misma naturalidad de los sonidos incidentales.


The Bow / El arco.
2005.
Dirección y guión: Kim Ki-duk.
Protagónicos: Han Yeo-reum, Jeon Seong-hwang y Seo Si-jeok.
Una producción de Sur Corea y Japón.
90 minutos.



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Arco, El / The Bow, de Kim Ki-duk (02), por Patricia Farías

Por Patricia Farías.

“...como en la tensión de un arco”


La historia es sencilla: un hombre ya mayor convive en su barco con una adolescente que encontró siendo niña, y planea casarse con ella cuando cumpla 17 años; la chica nunca ha bajado a tierra desde entonces. Su modo de vida consiste en llevar a su embarcación pescadores mediante un pequeño remolcador. A partir de esta anécdota se desarrolla una historia casi silenciosa, donde los únicos que hablan son los ocasionales visitantes de la desigual pareja.



La chica es muy bonita, aparentemente inocente y sin conciencia de su atractivo. Pero es una mujer, y los hombres que llegan a pescar casi sin excepción buscan acercarse a ella, la mayoría de las veces en forma muy grosera. Ante estas situaciones, el “remedio” del pescador consiste en disparar flechas con su arco, sin ánimo de realmente dar en el blanco, pero a modo de advertencia. El mismo arco cumple otra función mucho más agradable, cuando por las noches se transforma en un instrumento para que el anciano toque música.


La otra ocupación durante las excursiones de pesca es la adivinación: la chica se instala en un columpio que cuelga en el costado del barco, mientras el anciano desde el remolcador dispara flechas que van a clavarse en el exterior del barco, en una imagen pintada de Buda. Al finalizar, la chica las recoge y susurra su predicción, que luego es a su vez susurrada por el pescador al cliente.


Ahora bien, la convivencia en ese aislamiento es armónica: la chica no encuentra nada forzado o que le falte en esa forma de vida, porque es la única que realmente conoce. Por su parte, para el hombre el aislamiento es conveniente: mientras marca los días del calendario que faltan hasta ese ansiado cumpleaños, va comprando con ilusión y alegría el ajuar para el día de su boda y mientras tanto tampoco enfrenta disconformidad por parte de su compañera. Los rituales diarios se repiten: el baño donde él lava a la chica, sin ningún toque de sensualidad en sus gestos; la música nocturna del arco; el irse a dormir en la litera superior y tomar la mano de ella en un gesto de mucha ternura; la comida preparada para ella al otro día.


Esa rutina se ve alterada por las críticas de los hombres que suben al barco: ante las flechas que dispara el pescador, se lo increpa: es un degenerado, un secuestrador, un pederasta... sin embargo durante la primera parte del filme no hay una gota de sensualidad, como si el viejo se estuviera reservando para cuando se diera la situación legalmente aceptada de que la chica fuera su esposa. Por su parte, lo que vemos en el rostro de la chica es confianza, cariño y hasta gratitud cuando las flechas la libran de manoseos de los clientes.

Un día llega un joven con su padre, y la frágil estructura empieza a desmoronarse. La chica se siente atraída por él, y él por ella. El viejo lo ahuyenta, y esto provoca reacciones de rebeldía nunca vistas. Las expresiones de los rostros cambian; ya no hay paz ni sonrisas y algunas flechas son dirigidas hacia el viejo. Ese despertar de su interés por un hombre joven también hace que la expresión de inocencia cambie; a veces es franco enojo hacia el viejo, otras veces es rencor y hasta repulsión. Los gestos de la rutina diaria cambian, parecen más de posesión que de cariño.

Confieso que no conozco detalles sobre la sociedad sur coreana, y si bien busqué información encontré opiniones contradictorias sobre el rol femenino. Algunas dicen que no es una sociedad machista y para eso citan que su actual jefe de gobierno es una mujer, otros dicen que sí. Del director Kim Ki-duk había previamente visto “Hierro 3” y “Primavera, verano, otoño, invierno... y primavera”. En “El Arco” hay comportamientos que dejan a la chica en un segundo plano y tal vez en retrospectiva esto se podría ver como un intento del director de mostrar esa característica de su sociedad, ese convertir a la mujer en un objeto posesión del hombre que tenga a su lado, algo ya visto de algún modo en “Hierro 3”. En todo caso, las conclusiones quedan a cargo del espectador.

Aquí la chica es tratada como un objeto por casi todos los hombres involucrados. Ni que hablar de los pescadores que con total grosería la sientan en sus faldas para manosearla, o humillarla de alguna otra forma. El hombre por mucho que sea su cariño, la ve más como una posesión a la que tiene derecho luego de 10 años de cuidados: jamás se cuestiona una unión tan desigual donde la otra parte no tiene voz ni voto. Tal vez el que menos se comporta así sea el joven, en parte por su edad que podría sugerir otra forma de ver las cosas, pero sin embargo se erige en el salvador de la muchacha.

Obviamente el centro de la historia es que esa sumisa muchacha deja de serlo, situación a la que el viejo no está acostumbrado. Con esa rebeldía también cae a pedazos la ilusión del pescador de ser correspondido en cuanto a sus intenciones (no hablemos de sentimientos) y por primera vez la vemos herir deliberadamente a su compañero. Llega incluso el momento donde ella demuestra claramente que puede defenderse de clientes abusivos, y de una forma mucho menos inofensiva que la de su protector.


Sin embargo la rebeldía es provocada, no surge sola o de un cuestionamiento personal, o de la necesidad de ser tomada en cuenta (no podría de todos modos cuestionar esa forma de vida porque no conoce otra): surge de la mano del interés del joven hacia ella, que no solo hace los reproches habituales al pescador sino que decide buscar a su familia. Es alimentada también por la actitud posesiva del hombre: lo que antes era visto como cuidados y protección es ahora parte de los barrotes de una jaula. Una vez más la mujer necesita ser “salvada”, o al menos tener un disparador para tomar cartas en su situación particular.

En este marco, por más que se hace el ejercicio de no perder de vista que estamos viendo una producción proveniente de una cultura muy diferente a la nuestra, no deja de resultar chocante el planteo respecto a la mujer (no porque en nuestra sociedad no exista la discriminación, sino porque en general no es aceptada como algo natural, como parecería ser la situación en la historia). Se comprende por supuesto que la chica no vive una situación desagradable, no es maltratada, al contrario... pero como espectadora, siempre hay un punto de protesta callada frente a ese “decido por ti”. Finalmente la chica toma las riendas de las cosas, en principio de una forma que no es más que complacer (por gratitud, piedad, o por afecto) al viejo ya que la ceremonia de boda se lleva a cabo. Sin embargo y aquí viene la parte discordante del filme para mi gusto, un ingrediente sobrenatural interviene para que el final sea otro.

Es natural que cuando vemos un filme debamos “comprar” la propuesta que se nos muestra. Debemos creer en extraterrestres, personajes que se convierten en otro ser con superpoderes, sin cuestionar demasiado la lógica de estos argumentos. De lo contrario, nos quedamos sin nada entre las manos. Entonces, por dos horas más o menos, debemos aceptar lo que se nos muestra en la pantalla.


En este caso podremos saber que ese aislamiento del viejo y la chica no sería seguramente realizable en la práctica; sabemos que es difícil que dos personas jamás hablen entre sí en diez años (cabe suponer que esa es su rutina) más que para susurrarse profecías y sabiendo que el silencio es una característica de la obra del director, con más razón aceptamos esa situación. Todo se sustenta además en que la chica no puede ansiar lo que no conoce. Podemos aceptar incluso que dos jóvenes se enamoren con solo verse una vez (en parte gracias a las historias de infancia donde esto es moneda corriente y el “vivieron felices” es obligatorio)... pero el recurso sobrenatural utilizado es un tanto forzado y no resulta algo que aporte nada salvo algo como un “aún así me salgo con la mía”. Somos incluso testigos de cómo el hombre reconoce en su interior que sus planes no serán posibles realmente. Hacia el final, la imagen de la antigua embarcación hundiéndose tiene para mí mucha más fuerza y más significado que cualquier otro recurso anterior: proyectos y sueños rotos.

Dejando ese detalle de lado, se trata de una producción donde el espectador tiene la libertad de hacer su propia lectura de muchas situaciones, donde el silencio no se hace pesado gracias a la expresividad de los dos actores principales. Tiene el atractivo de permitir la reflexión sobre la naturaleza humana con sus luces y sombras (ya sea el viejo con su egoísmo, la chica con su inocencia, los pescadores siempre listos a criticar y murmurar, el joven con su rol de salvador); y también el de mostrar otra cultura y otra forma de hacer cine que al menos en mi país muchas veces no llega a las salas comerciales. Es un filme poético en algunos tramos y muy humano; donde la tensión del arco que le da nombre muchas veces es reflejo de las emociones más íntimas de los protagonistas, pese a la armonía y tranquilidad exterior.

The Bow / El arco.
2005.
Dirección y guión: Kim Ki-duk.
Protagónicos: Han Yeo-reum, Jeon Seong-hwang y Seo Si-jeok.
Una producción de Sur Corea y Japón.
90 minutos.



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Visiones femeninas de...

Cine Visiones presenta una nueva sección de contenidos para sus lector@s.

Visiones femeninas de... es un espacio de expresión donde las colaboradoras de este sitio tienen un punto de encuentro. Desde este espacio dirigen su mirada a una película en especial seleccionada por ellas. No se trata de estrenos sino de cintas que pueden ser un espejo -controvertido- de la condición femenina, que es analizada, criticada y expuesta por dos conocedoras del cine.


Se abre este ciclo con la cinta EL ARCO / THE BOW.

Compartimos ahora con tod@s ustedes estas Visiones Femeninas que, unificadas, aportan una gran riqueza al acervo fílmico de Cine Visiones, y al conocimiento cinematográfico de quiénes frecuentan este sitio para Leer y Saber más del Séptimo Arte.

El Arco / The Bow, de Kim Ki-duk (01), por Angélica Ponce.

El Arco / The Bow, de Kim Ki-duk (02), por Patricia Farías.

Que disfruten tanto de la película como de las Visiones Femeninas que nos permiten ver y comprender mejor el Cine... y a nuestras dos colaboradoras... ¡Muchísimas Gracias por habitar este espacio virtual!



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Lugar Donde Todo Termina, El / The place beyond the pines, de Derek Cianfrance

Hijos de los hombres

Miguel Cane.



Dirigida por Derek Cianfrance, (Blue Valentine), la cinta lleva a Ryan Gosling y Bradley Cooper como dos caras de una misma moneda, con la conexión vivida de los genes familiares, lazos que acaban por fluir aunque uno no quiera.



La cinta abre con un plano de Gosling como Luke, un tipo tatuado hasta en la espalda, con la única pasión aparente de ir en moto. Recorre toda una feria hasta llegar a su sitio, mientras la cámara no deja de seguirlo. Vemos a lo que se dedica, y seguidamente, todo su mundo se rompe cuando se vuelve a encontrar con Romina (Eva Mendes) con quien tuvo una aventura de una noche y que le revela que tiene un hijo suyo. Inestable y neurótico, Luke decide dejar su carrera para cuidarlo. Pero no piensa en las consecuencias y descubre que Romina tiene otro hombre. Sin importarle mucho ésto, Luke decide buscar dinero para su familia, convirtiéndose en un criminal.



Hasta aquí la historia es la trama de un hombre amargado consigo mismo, que no ha tenido suerte en la vida, pero que se desvive por algo que ha sido fruto suyo, su hijo. No obstante, los planes de Cianfrance no van centrados en el personaje de Gosling. Él es solo una mera herramienta para su película. Su idea es la conexión que va a tener con su hijo, cuando pasen unos años. Para ello es crucial el personaje de Bradley Cooper, Avery Cross, un policía que en plena persecución, comete un acto que le traerá consecuencias.



La cinta se divide en tres actos (por lo mismo a veces se siente demasiado larga): El primero, lo vivido por Luke, con la esperanza de tener una familia. El segundo es la historia de Avery, un policía cuya heroicidad lo tortura en ese mundo de corrupción donde vive ahogado y necesita salir. El tercer acto ocurre quince años después, cuando los hijos de Luke y Avery son adolescentes y es entonces cuando esa mezcla estallará al descubrir ambos quienes son.

Ciafrance propone con su historia, mostrarnos la conexión de los genes, de una forma que acaba por dejarnos con un sabor agridulce y una sensación de frustración. Aunque espléndida en su realización y actuaciones, la cinta, con casi dos horas y media se siente pesada y lenta, se apoya en demasía en coincidencias que el director ha tratado de unir de forma casi forzosa para su explicación final, en un desenlace abrupto que no dejará satisfechos a muchos.

Bellamente realizada, El Lugar Donde Todo Termina es víctima de su propia ambición y su intención de ser una tragedia griega en tiempos modernos, aunque impacta, deviene en un melodrama convencional que acaba con su propuesta. No obstante, no es una pérdida de tiempo, al menos para apreciar un estupendo trabajo de Gosling y a Eva Mendes en una luz completamente distinta a lo habitual.

El Lugar Donde Todo Termina / The place beyond the pines
Con Ryan Gosling, Eva Mendes, Bradley Cooper y Ray Liotta
Dirige Derek Cianfrance
EU 2012





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Sofía Vergara: “Me gusto mucho, pero no es pecado”

Miguel Cane.



La actriz latina cuyo nombre más suena hoy en Hollywood es la despampanante Sofía Vergara (Barranquilla, Colombia, 1972). Gracias a su papel como Gloria Delgado-Pritchett en la teleserie Modern family (transmitida en México y América Latina por la cadena Fox), la actriz y modelo, que desde mediados de los noventa llegó a Estados Unidos a buscar fortuna, ha conseguido el cariño del público y el reconocimiento de la crítica. Tan es así que durante tres años consecutivos, desde el estreno de la serie, ha sido nominada a los Emmy y los Globos de Oro, y si bien no ha sido ganadora, no pierde la esperanza de llevarse la estatuilla a casa en algún momento. Lo cierto es que ha sabido posicionarse como una verdadera estrella, pues son pocas las actrices que han sabido sacar tan buen partido a su sensualidad, aunada a una férrea disciplina de trabajo, a la sencillez y a un chispeante sentido del humor.



LA SERIE POR LA QUE NADIE APOSTABA SIGUE SIENDO UN ÉXITO. ¿CÓMO TE SIENTES A ESTAS ALTURAS?

Muy contenta. Mi personaje se ha desarrollado muy bien en estos años; al público le sigue gustando y nos lo demuestra siempre . Es me hace estar plenamente satisfecha de lo que hemos hecho. Es la experiencia de trabajo más entrañable que he tenido. Somos un gran equipo y nos sentimos, y es gracioso, como una familia, lo pasamos muy bien en las grabaciones.



¿APORTAS ALGO DE TI MISMA, AL PERSONAJE DE GLORIA?

Ya no. Al inicio solía reunirme con los guionistas para contarles historias de mi vida, anécdotas, cosas que nos sirvieran para crear al personaje, pero ahora que ya estamos en la cuarta temporada y han establecido el personaje de un modo definitivo, ya no me necesitan. Gloria es su propio personaje.



EN ESTA TEMPORADA GLORIA TIENE UN BEBÉ. ¿DIRÍAS QUE LA MATERNIDAD LA HA CAMBIADO?

Sí, se ha vuelto más sensible con sus hijos. Se siente responsable por los sentimientos de Manny —su hijo mayor en la ficción—, por eso trata de repartir su tiempo y no siempre le sale bien. Se encuentra en una etapa de crisis, empieza a pensar en su edad y ese problema le va a provocar momentos de tensión, y el nuevo bebé complica las cosas, pero siempre se resuelve todo con amor y con humor.



TÚ ACABAS DE CUMPLIR 40 Y TIENES UN HIJO DE 20, ¿CÓMO ES LA RELACIÓN ENTRE USTEDES?

Soy una madre trabajadora y siempre lo he sido. Mi hijo es mi prioridad número uno; ahora está en la Universidad y con los años he aprendido a dejarlo crecer. Antes quería hacerlo todo, estar pendiente de su crecimiento y de mi trabajo, y a veces no se daban las cosas. Pero no me arrepiento de nada, porque mi hijo es primero. Me preocupa mucho, aunque sea un adulto. Siempre le digo que no se suba al coche de nadie que haya bebido. Le recuerdo que sea precavido. Estamos en comunicación constante, hablamos diario. Desde hace dos años vive solo en Nueva York y yo estoy en Los Ángeles. La verdad no puedo dejar de pensar, cada noche al irme a dormir, en las cosas que pueden sucederle, aunque ya sea un adulto. Supongo que todas las madres que lean esto, con hijos de cualquier edad, entenderán de los que estoy hablando (risas).

PESE AL ÉXITO MANTIENES BIEN PLANTADOS LOS PIES EN LA TIERRA. ¿CÓMO HACES PARA QUE NO SE TE SUBA A LA CABEZA?

No tuve una juventud fácil, pasé estrecheces. Y soy bien agradecida. Eso es algo muy importante. Procuro estar siempre de buen humor y contenta con lo que me llega en la vida. Me levanto feliz para ir a trabajar. ¿Sabes? Una tiene que disfrutar cuando las cosas van bien, porque en cualquier momento éstas pueden empeorar. Trato de tomar ventaja de mis 15 minutos de fama y no olvidar nunca de dónde vengo. No es fácil hacerse de un lugar en la vida, y no puedes dejar que la fama se te vaya a la cabeza. No vale la pena y es peligroso. La fama no es la felicidad.

VARIAS REVISTAS Y MEDIOS TE SEÑALAN COMO UNA DE LAS MUJERES MÁS BELLAS DEL MUNDO. ¿CÓMO LLEVAS ESO? ¿TIENES ALGÚN SECRETO PARA MANTENERTE EN FORMA?

¡Gracias! (risas). La verdad es que no tengo ningún secreto. Siempre me he sentido bien y muy cómoda conmigo misma. Desde siempre he sido voluptuosa, pero sin problemas de peso. Puedo comer de todo, sin exagerar, y eso hago. Ahora que tengo 40 no olvido para nada la importancia de hacer ejercicio y mantener una dieta saludable. Soy una mujer moderada, me gusta comer y beber y no pienso privarme de ello. Puedo decirte que me gusto mucho, pero no es pecado que una se guste tal como es.

PROVIENES DE UNA SOCIEDAD LATINOAMERICANA Y HAS ALCANZADO LA FAMA EN HOLLYWOOD ¿TE RESULTÓ DIFÍCIL CAMBIAR DE MENTALIDAD?

¡Por supuesto! Siendo una actriz latina, el trabajar en este mercado implica un concepto de belleza un poquito diferente. Recuerdo que cuando empecé a estudiar actuación mi profesor me dijo que tenía que perder peso porque las otras actrices se veían mejor en pantalla, porque eran más delgadas. Yo le conteste: “Sí. Se ven mejor en pantalla pero desnuda yo me veo mejor que ellas. ¿Cuál es el problema?” (risas). Esa era mi mentalidad, ahora entiendo que debo mantenerme más delgada y tener cuidado. Nunca voy a ser flaca, ni lo quiero, es un infierno forzarse a vivir con esa presión. ¡Me volvería loca! Te digo, estoy feliz como estoy y, por suerte, el público me quiere así.

OTRO PUNTO IMPORTANTE ES QUE TE HAS COLOCADO COMO COMEDIANTE Y NO ES COSA FÁCIL...

Dicen que es el género más difícil, y así lo creo, por eso cuando haces comedia y al público le gusta, empiezas a pensar que tal vez eso es para lo que eres buena. En mi vida privada siempre me he considerado una persona divertida, pero también soy bastante seria y disciplinada, así que nunca pensé que iba a triunfar en una serie cómica. Sin duda este es un momento muy excitante en mi carrera y me encanta reírme con los guiones.

A PROPÓSITO DE ELLO, ¿EL HUMOR DE LA SERIE SE PARECE AL TUYO?

Sí. En mi carrera he rodado mucha comedia, en cine y televisión, pero sin duda Modern Family es la mejor aventura profesional de todas en las que me he embarcado; disfruto muchísimo con todo el elenco y el equipo. Mi personaje es divertidísimo, y con una personalidad arrolladora. Es un gran regalo y me siento muy feliz de ser Gloria, así que mientras el público lo disfrute, pues, qué mejor.






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