Miguel Cane.
Considerada una de las novelas más aclamadas de la última década, “La vida de Pi” de Yann Martel , era considerada virtualmente infilmable, principalmente porque la trama transcurre principalmente a bordo de un bote salvavidas y uno de sus principales protagonistas es un tigre de Bengala. Sin embargo, en las capaces manos de Ang Lee, la obra de Martel cobra vida (en un sorprendente trabajo de 3D que no resulta intrusivo) y lo hace de una manera abrumadora en su belleza y su exquisito cuidado narrativo.
La historia comienza en Montreal, cuando un joven escritor (Rafe Spall) se encuentra con Piscine Militor Patel (Irrfan Khan), un hombre que podría contarle una historia verdaderamente increíble con la que llenar las páginas de su próximo libro. El encuentro entre ambos sirve a Lee para utilizar al protagonista de esta historia como principal narrador de la misma, igual que en la novela, lo que le permite efectuar pequeños saltos en el tiempo que nos devuelven al presente y permiten aligerar la monotonía del relato, al mismo tiempo que se aprovecha para puntualizar en los pequeños detalles.
Pi crece en Pondicherry, India, al lado de tigres, cebras, hipopótamos y otras exóticas criaturas dado que su padre (Adil Hussain) era propietario de un zoológico. La inquietud del joven le llevó a interesarse por la fe y la religión de distintas culturas, desarrollando su propia teoría de la vida y de la naturaleza humana (y animal) a través de un compendio de todas ellas. A los 17 años (interpretado por Suraj Sharma) sus padres deciden emigrar para conseguir una vida mejor. Para ello, se embarcan en un carguero japonés con dirección a Canadá, con todo el zoológico a cuestas para poder venderlo a un nuevo propietario, pero es ahí donde comienza su fantástica aventura a bordo de un bote a la deriva en medio del Pacífico, con un peculiar compañero de viaje: Richard Parker, un enorme tigre de bengala. Poco a poco se establece una curiosa e inesperada relación entre ambos náufragos y la historia se desarrolla.
Realizada con maestría por Lee, la cinta aprovecha al máximo la tecnología de punta, para contar una increíble historia con la que cautiva, entretiene y también nutre al espectador. Al hacer un formidable festín visual, utiliza cada imagen para sostener su relato cuyo ritmo no decae; ingeniándoselas para transustanciar la novela y mantener su mensaje original, ofreciendo al espectador una odisea, que lo llevará a hacerse muchas preguntas al salir de la sala, y eso es también el trabajo de un filme que se sale de la norma: distraer, maravillar y también plantear una reflexión tan sutilmente, que no es evidente hasta que uno se da cuenta de que no puede dejar de pensar en la película que vio, aún días después de hacerlo y esto es testimonio de la mano magistral de Lee como uno de los cineastas más versátiles, maduros, empáticos y observadores de su era.
Una aventura extraordinaria/Life of Pi
Con Suraj Sharma, Imran Kahn y Rafe Spall
Dirige Ang Lee
EU/Canadá/Reino Unido 2012
